Cada cinco de mayo los guerreros tigres entregan en ofrenda su sangre a los dioses prehispánicos del agua y del viento para así obtener buena temporada de lluvias y cosechas.
Guerrero tiene un clima en su mayoría seco y muy caliente, por eso es tan importante tener buenas lluvias, ya que si no hay o se retrasan, la cosecha peligra y esto genera un enorme estrés en las comunidades del Estado, ya que la mayoría practican la agricultura de “temporal,” es decir, dependen totalmente del clima. Y eso representa un gran juego al azar, sobre todo en nuestros días con el cambio climático.
Entonces, para evitar cualquier contratiempo y atraer la buena suerte, las comunidades nahuas han echado mano de diferentes actos paganos religiosos, para tener contentos a los dioses que controlan la naturaleza.
Guerrero es rico en tradición y tiene varias comunidades que realizan actos de este tipo, pero en este caso nos enfocaremos en la comunidad de la Montaña Baja llamada Zitlala.
Guerrero
Más de siete millones de mexicanos son indígenas y de ahí más de medio millón pertenecen a la comunidad de los nahuas. Su actividad principal consiste en la agricultura de subsistencia, esencialmente siembran maíz, frijol, calabaza y chile.
La lluvia es de suma importancia ya que no cuentan con sistemas de riego independientes a los designios de la naturaleza.
Nota: Si usted no es campesino -como yo- resulta que el proceso de la siembra es así:
Primero, la tierra tiene que estar húmeda. Segundo, si la planta ya creció necesita ser regada con regularidad, para que la tierra no se seque o peor lleguen plagas al destruir los huertos.
Las comunidades indígenas saben que para que haya pueblo tiene que haber agua.
Entonces, para evitar cualquier evento que evite que al agua no llegue, las comunidades nahuas han echado mano de diferentes ritos católico – paganos, para agradar a los dioses que controlan la naturaleza.
Ceremonia de Petición de Lluvias en Zitlala (Pelea de Tigres)
Guerrero tiene varias comunidades e innumerables tradiciones, pero por hoy nos enfocaremos en la comunidad de la Montaña Baja llamada Zitlala.
La palabra Zitlala tiene su origen en la voz náhuatl “citlalan” que se divide en dos vocablos Citlalli que significa estrella y tla que significa lugar, es así que Zitlala es “Lugar de estrellas.” Y es precisamente en este lugar donde se lleva a cabo la Pelea de Tigres.
¿Pero en qué consiste esta tradición?
Los hombres del pueblo se disfrazan de tigres y se enfrentan en combates rituales que se llevan a cabo en la plaza cívica del municipio. Es así que se agrupan en bandos divididos por los barrios de la Cabecera, San Mateo, San Francisco y la comunidad de Tlaltempanapa. En la justa contienden aproximadamente doscientos cincuenta tigres. Además cada barrio cuenta con un juez que interviene cuando algún miembro de su equipo cae al piso, ya que se trata de que la pelea sea justa.
La indumentaria consiste en trajes de tigres que más bien son jaguares pero hay que aclarar un punto. Hace mucho tiempo, cuando llegaron los españoles a tierras americanas y vieron al jaguar lo llamaron tigre, ya que era el felino grande con el que podían asociar a este nuevo animal. Poco después sobrevino la conquista con la imposición de sus creencias y por eso las comunidades indígenas se quedaron con el nombre de tigres.
Sin embargo, los jaguares son los que pelean ya que este animal es considerado sagrado en la cosmovisión indígena.
¿A qué me refiero?
Los jaguares son animales que han estado presentes en la mirada indígena desde siempre. Podemos encontrar el origen de la sabiduría mágica que se les atribuye, por el lugar donde viven ya que habitan en los montes y barrancas profundas, por esta razón se cree que tienen contacto con el inframundo y con la lluvia ya que las nubes se originan debajo de la tierra.
REGRESANDO AL TEMA PRINCIPAL
UNIFORME O INDUMENTARIA
Los disfraces de tigre son de color amarillo por tres motivos, uno consiste en emular al Jaguar, otro es porque representa la sequía, la cosecha y el sol y finalmente personifican a Quetzalcóatl dios del viento. Por otra parte, están los tigres verdes que simbolizan la abundancia y la vida. Los tigres negros interpretan a Tezcaltlipoca dios de la noche y los azules a Tláloc dios de la lluvia. Es un carnaval de representaciones.
Por otro lado, las máscaras están fabricadas de cuero de vaca, son pintadas a mano y algunas utilizan cabellos de jabalí, además de ser utilizadas para personificar a los tigres, su función práctica consiste en ser un casco protector contra los rietazos, ya que son muy duros los golpes.
CUERDA o cuarta
Lo que se atan a la cintura se llama cuarta que es una cuerda de lazar que es trenzada por varios hombres utilizando palos especiales, el final de la cuerda -que puede medir hasta 20 metros-, termina en un duro nudo que sirve para golpear al contrincante. La cuartasolo se consiguen en Iguala (provincia de Guerrero), donde todavía están hechas de manera artesanal.
La cuarta tiene la función simbólica de que al dar vuelta en el aire para golpear al adversario, está emulando a la cola del tigre que representa al viento y el sonido que se hace al golpear está personificando al trueno.
Antes de llegar a la disputa los combatientes mojan con mezcal la cuerda para que se endurezca y así el golpe sea más fuerte. Además la cuarta al enrollarse en la cintura, tiene el objetivo práctico de proteger los riñones de los golpes del contrincante.
LA FIESTA
Desde la mañana los combatientes preparan sus ropas que son de estilo militar, se ponen sus máscaras, se colocan la cuarta, pero sobre todo conviven con sus compañeros. Así que antes de lanzarse a la contienda comen pozole, toman cerveza y sobre todo mucho mezcal para aguantar la dura faena que tienen por delante. Del mismo modo bailan acompañados con la banda de viento que desde tempranas horas los acompaña.
Posteriormente, se dirigen a la Iglesia para ofrecer la pelea al Santo Patrón del municipio San Nicolás Tolentino y a Quetzacoatl (dios prehispánico del viento) El ambiente que se respira es de fiesta, las bandas de viento llegan acompañando a sus barrios y la competencia no sólo es de los guerreros tigres sino de músicos, para ver quien toca más alto y crea mejor ambiente, ya que ninguna fiesta se disfruta sin melodías, los combatientes bailan y todos toman mezcal.
Mientras tanto los pobladores buscan un lugar para disfrutar la contienda desde lejos porque los reatazos duelen y mucho. También asisten comunidades vecinas, estudiantes de la capital del país y poco a poco se empiezan a ver más extranjeros. En medio de todo esto se encuentra el mezcal que va de mano en mano ya que hay gente destinada a repartir el líquido a todo aquél que quiera tomar.
Finalmente, cuando todos los barrios llegan se enfrentan en la plaza que ha sido cerrada en forma de cuadrilátero, hay gradas para que se sienten los espectadores pero si no alcanzan lugar también están los árboles. Todo sea por presenciar este ritual católico pagano. Al principio solo los que pelean pueden estar en la pista pero conforme pasa el tiempo la gente se va acercando, sobrepasando por mucho a los policías municipales y los jueces de barrio.
Pero eso sí, la violencia esta mediada por reglas, no pueden atacar a alguien que está en el piso, tampoco tomarlo como ofensa personal. Esto es un rito que se ofrece a los dioses, es algo que supera las barreras de los individuos. Es sagrado.
Comienza, la pelea y de hecho, los golpes son tan fuertes que en otros tiempos se llegaba hasta la muerte. La pasión es muy grande ya que se asume que la sangre derramada provoca mejores lluvias porque la sangre representa a la lluvia o porque se dice que la tierra necesita alimentarse y es con la sangre de los combatientes que se alimenta. En cualquier caso, la sangre y los golpes se ofrecen como tributo a los dioses de la lluvia y el viento, para obtener buenas cosechas en esa temporada de siembra. Al finalizar, los combatientes se quedan sin rencores, todo vuelve a la normalidad. Así es como da inicio el nuevo ciclo agrícola en la montaña baja.
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