Xochistlahuaca es un municipio perteneciente a la región de la costa de chica de Guerrero, lo que hace a este lugar especial y diferente del resto es que la mayoría de su población es indígena, los cuales se dedican a actividades primarias, como la fabricación de los Huipiles.
El arte de tejer en telar de cintura es algo que en esta localidad se aprende desde la infancia, es un arte el cual desarrollan principalmente mujeres, aunque actualmente existen muchos hombres que saben elaborar estás hermosas prendas.
Las niñas aprenden desde los seis o siete años, pues mientras los padres instruyen a los varones en las labores de la siembra y el campo, las madres incorporan a las hijas en el arte de tejer. Entre juegos, la niña aprende a conocer el “coyuchi” –nombre que recibe el algodón silvestre por el color café natural que posee y porque es el color con el que los amuzgos de Xochistlahuaca reconocen al coyote–, mientras ayuda a su mamá a «despepitarlo», y entre pláticas y observación, conoce su textura, sus propiedades y sus ciclos naturales.
Más tarde esa sabiduría absorbida de la madre saldrá de sus manos cuando, por un impulso casi natural, la niña comience a tejer utilizando el algodón, la materia prima con la que convivirá el resto de sus días, aprende a darle color al algodón para más tarde aprender la elaboración de diferentes prendas.
El proceso de elaboración de un Huipil por ejemplo va desde los 2 a 4 meses, porque todo es confeccionado totalmente a mano.
Pese a que este municipio no cuenta con grandes atractivos turísticos, la gente lo visita por conocer y adquirir artesanías tan hermosas que son elaboradas por manos de nuestros artesanos Guerrerenses.
¿Conocías este pueblito?
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